Gran paso

-Oye Leah,-Me miró entre beso y beso.- ¿vas a volver a teatro?
Me quedé mirándolo seriamente sin saber que decir, no estaba segura de si eso era lo que quería… No había tenido tiempo de pensar en ello en una sola noche, desde que Eliot me atacó-un escalofrío lleno de tristeza recorrió mi cuerpo ante esos recuerdos.-no había ido a clase, no quería volver a verlo, pero ahora que estábamos juntos…
Con un movimiento rápido, izo que soltara mis piernas de su cintura y me cogió en brazos como cuando el novio lleva a la novia a la habitación de hotel después de la boda, y comenzó a salir del agua lentamente, hasta que me tendió en la toalla. Me miró esperando mi respuesta.
-No… No lo sé.-Dije al fin.
-Mejor que no vuelvas.-Me dijo seriamente frunciendo el ceño, cosa que me preocupó.
-¿Porqué?-Pregunté frunciendo los labios a la espera de la respuesta.
-Porqué he sorprendido a algunos de los tíos de la clase hablando de ti, les gustas demasiado, cosa que no me hace ninguna gracia.-Dijo apretando los puños.
Sin poder contenerme me eché a reír y el conmigo.
-Vuelve… Hazlo por mí.-Se quedó pensativo.-Bueno, por mi no, que no lo merezco… por Jacob.
Me levanté corriendo y me lo quedé mirando atónita esperando escuchar de sus labios un”yo no he dicho eso, te lo has imaginado”, pero no lo dijo.
-Dime que no has dicho lo que acabo de oír.-Supliqué.
-Si he dicho lo que acabas de oír.-Me miró con la mirada divertida.-Oh vamos Leah, te llevas estupendamente con él.
Alcé el puño y automáticamente le di un puñetazo en el hombro.
-Auch.-Me miró riendo.- ¿Qué he hecho ahora?
Ambos nos empecemos a reír.
-Es que, Jacob me trata como si yo fuera alguien importante para el… como si fuéramos familia o algo por el estilo, y la verdad es que no estoy acostumbrada a ello,-expliqué.-y encima tu me dieces que nos llevamos que nos llevamos estupendamente… pues… no sé, no he podido reaccionar de otra forma.
Simplemente se me quedó mirando y agachó la cabeza para besarme en la frente.
-Me encantan tus ojos Leah,-Dijo.-Me pasaría el día mirándolos.
Me quedé embobada mirando esos preciosos ojos marrones, y enredé mi mano en su pelo.
Se acercó lentamente a mí, y me besó en los labios. Un beso especial, como todos los demás, pero a la vez distinto… podía notar el deseo y la pasión que salían de los labios de Eliot. El beso cada vez se tornó más pasional, enredé mis brazos en su cuello y él se colocó encima de mí, sin dejar caer su peso sobre mi cuerpo.
Tendría que estar nerviosa por todo esto, solo me había pasado con alguien… Sam. Pero no estaba nerviosa, al contrario, cada vez deseaba más y más estar cerca de Eliot. No quería que se separara de mi, quería tenerlo pegado a mí, aunque me muriera de calor, quería sentir su cuerpo junto al mío.
Bajó una de sus manos y me acarició el hombro, el cual ya no tenía ninguna cicatriz ni muestra de su ataque. Me besó en la frente, y en el pelo, en la mejilla y en el cuello. Bajó hasta mi hombro donde rozó sus labios contra este.
Sin pensármelo dos veces, rodeé su cintura con mis manos e ice que soltara sus brazos, que dejara de hacer fuerza para que su peso cayera sobre mí, y tenerlo más cerca aun.
-No sabes cuánto te deseo…-Me susurró al oído.
Nos quedemos mirándonos fijamente, y sus ojos brillaban a más no poder, era como si pudiera ver las llamas del fuego, de la pasión.
Con un movimiento rápido, me quedé sentada encima de él y le comencé a besar en el pecho y el cuello. Cruzó los brazos por mi espalda, y con un suave tirón, me soltó una de las cuerdas del top de biquini, que cayó hacia delante, y yo rápidamente me lo quité tirándolo a un lado. Me miró de arriba abajo, mordiéndose el labio y yo con una sonrisa en el rostro me agaché y quedé estirada sobre él, lo besé en los labios, y entonces con mis manos busqué el botón de sus pantalones y lo desabroché.
-¿Estás segura?-Me preguntó con voz entrecortada mientras miraba mis manos en sus pantalones.
-Completamente segura.-Le susurré al oído.
Se movió dejándome a mí debajo de él, y nos empecemos a besar más apasionadamente. Le acabé de quitar los pantalones, al igual que el izo con los míos y el resto de la ropa. Fue un momento intimo y apasionado, especial.
Me izo suya mientras me trataba dulcemente como si fuera frágil y pudiera romperme.
Nos quedemos abrazados sobre la toalla y hablemos durante un rato.
-Mis padres… Mis padres murieron.-Dijo apenado.