Intenciones

Jacob se marchó saltando por la ventana. Claro, ¿Para qué tenía que bajar andando si podía saltar? -Vago… -Pensé.
Alice se levantó de la cama y vino dando saltitos hacia nosotros.
-¡Hola Jorge!
-Alice.
Dijo el sonriente.
Se me hacia extraño que un humano tuviera algún don…
A los pocos minutos llegaron Edward, y Jacob, con Reneesme en brazos.
La niña había crecido bastante, ahora parecía tener unos seis años. Pero claro, si ella le pedía a Jake que la cogiera en brazos, el cómo no, obedecía. Le gustaba tenerla feliz.
-Bueno, aquí el famoso Jorge.
Dijo Edward acercándose rápidamente a él. Este ni se movió por temor ni nada. Se quedó ahí plantado. Todos nos quedemos en silencio. Supongo que Edward le estaría leyendo la mente.
Alice, por otro lado, estaba con la mirada fija en un punto. A los pocos minutos Edward me miró.
-Te ha dicho toda la verdad. O al menos eso es lo que puedo averiguar yo.
-Es cierto, dice la verdad, tu y él… Seréis grandes amigos.
Dijo Alice dudando si decirlo o no. Me dio la impresión de que me ocultaba algo más, pero no me molesté en preguntar. Era demasiado cabezota como para ceder ante mí.
Me quedé mirando a Jacob, que estaba jugando con Reneesme, ella le había cogido la mano y no paraba de morderle el dedo. A Jacob le hacía gracia, pues no paraba de sonreír.
Increíble… Lo que la imprimación llega a cegar.
Me quedé un buen rato mirando a Jacob para ver si se daba cuenta y me miraba, pero nada, estaba totalmente concentrado en Reneesme.
-Jacob.
Dije en un tono normal. Me esperé unos segundos. No me había oído. Increíble.
-Jake.
Dije en un tono más elevado. Nada.
-¡Jacob!
Gritemos todos los presentes.
Este pegó un salto del susto y nos miró con ojos como platos.
-¿Qué?
Preguntó avergonzado.
-Te he llamado dos veces.
Dije furiosa.
-Con esta tres.
Dijo Alice riéndose por lo bajo.
-Bueno… Que quieres.
Preguntó.
-Ya tienes lo que querías, Jorge no es peligroso. ¿Estás contento?
Pregunté sarcásticamente. Este me sonrió.
-Oh sí. Mucho. Esto… Me voy a jugar con Nessie al jardín.
Dijo medio distraído jugando con un tirabuzón del pelo de la pequeña.
-¡Reneesme!
Gritó Bella desesperada.
-¿Porqué nadie la llama por su nombre?
-Es demasiado largo y raro Bell’s.
Dijo Jacob sonriendo. Bella se acercó a él y cogió a la niña de sus brazos y se la llevó.
-¡No por favor Bell’s!
Gritó Jake mientras salía corriendo detrás de ellas.
No pude evitar reírme. Que crio que era a veces… Miré a Jorge, que seguía mirándome a mí, parado en medio de la habitación como una estatua. Sinceramente… Era un chico muy raro…
-Si, como un perro verde.
Dijo Edward. Sin pensármelo dos veces le gruñí. Este se me quedó mirando. Normal, no sabía si lo había hecho porque de verdad estaba cabreada o por hacer una broma. Era una broma. Bueno, la verdad, no del todo. Es que a veces se me descontrolaba mi lado lobuno.
Edward se empezó a reír ante mi confesión y yo me ruboricé. Todos se nos quedaron mirando extrañados.
-Esto… Me voy. Es tarde, mañana hay clases.
-Espera, te acompaño.
Me dijo Jorge. Mientras me seguía hacia la ventana.
-¿Piensas saltar?
Me preguntó medio asustado.
-Eh… Si.
-Vale, yo mejor bajo por la puerta, no quiero romperme nada. Nos vemos a bajo.
Solo asentí mientras me garraba a la barandilla del balcón y me impulsaba hacia el suelo.