Reneesme

Sam, fue el que me llevó en brazos hasta casa, cosa que me extrañó, desde que se imprimó de Emily me hablaba sí, pero manteniendo las distancias.
Tardemos en llegar unos diez minutos.
-¿Te duele?-Me preguntó Embry.
-¿Me tiene que doler?-Le respondí yo sarcásticamente.
-Borde.-Susurró.
-Tonto.-Dije yo en un tono más alto.
-Basta.-Se metió Sam en la conversación.-Ya hemos llegado.
Seth abrió la puerta con tan mala suerte de que mi madre pasaba justo por delante y me vio.
-Leah, hija, ¿Qué ha pasado?-Preguntó preocupada.
-Un pequeño enganche con un nuevo lobo.-Dijo Jacob con tono indiferente para no preocupar a mi madre.
-¿Un pequeño enganche? Pues menos mal que ha sido pequeño, porque si no me la matan.
Le respondió mi madre frunciendo el ceño. Jacob se limitó a sonreírle para quitar gravedad al asunto.
Sam me llevó a mi habitación y me tendió en la cama.
-¿Deberíamos llamar a Carlisle?-Preguntó Paul.
-Quizás sí, es bastante grave la herida.-Respondió Sam.-Voy a llamar.
Sacó su móvil del bolsillo y marcó un número, a los segundos habló Carlisle, teníamos el oído suficiente fino como para oír toda la conversación.
-Carlisle, soy Sam.
-¿Qué ocurre?-Preguntó Carlisle con tono de preocupación.
-Jorge se ha transformado, y ha herido a Leah, ¿Puedes venir?
-En seguida voy, ¿es grave la herida?
-Le ha desgarrado el hombro, se puede ver el hueso…
-Vaya, si, es grave, que alguien le quite las ropas manchadas de sangre y le limpie la herida para que no se infecte, en diez minutos estoy allí.
Tras colgar Sam se me quedó mirando y fue acercando sus manos a mi.
-Ah no, ni se te ocurra.
-Carlisle ha dicho que te tenemos que limpiar la herida.-Dijo Embry.
-No, vosotros ni hablar, lo que queréis es verme en ropa interior.-Dije fulminándolos con la mirada.
-Leah, te hemos visto desnuda cuando hemos entrado en fase, y tú a nosotros. –Se defendió Jared.
-Que no. –Me negué rotundamente.
-Lo aré yo.
Esa voz nos alarmó a todos. Era Reneesme. Jacob se giró y la miró atónito.
-¿Qué haces aquí pequeña?
-Me he enterado de la pelea, y he venido a curar a Leah.-Dijo seriamente.
-No hace falta Reneesme, pronto vendrá Carlisle.-Le dije con una leve sonrisa.
Me alegraba que se hubiera preocupado por mí siendo tan pequeña como era.
-¿Has venido sola?-Preguntó Jake.
-Ha venido conmigo.-Dijo Bella.-Lo que pasa que yo no me atrevo a acercarme demasiado aun.
-Pero Bella, es una niña.-Dijo Jacob.
-Soy suficiente madura y fuerte como para poder ayudar a la amiga de mi Jacob.
Jacob se puso rojo como un tomate y todos se empezaron a reír, incluso yo. Esa niña era especial, muy especial.
-Está bien.-Dije haciendo una pausa.-Todos fuera, hoy la que me cure será Nessie.
Bella me fulminó con la mirada.
-Lo siento, se me ha enganchado el mote, que esperabas.
Suspiró.
-Me rindo, Jacob, tienes un morro que te lo pisas, por ti ahora todos llaman a mi hija monstruo. –Dijo mientras todos salían de la habitación siguiendo a Bella. Ya no escuché más, pues Nessie cerró la puerta tras su salida.
-Gracias Nessie.
Esta me sonrió.
-De nada Leah.
Se acercó a mí y cogiendo mí jersey del extremo desgarrado lo izo trizas para poder quitármelo.
-Voy a buscar un cubo con agua y algodones, trapo húmedo…
-Que, ¿Piensas seguir los pasos de tu abuelo?-Pregunté al ver como una niña tan pequeña sabía exactamente todo lo que necesitaba.
-Quizás.-Dijo sonriéndome.