-Pero eso no puede ser Carlisle.-Respiré hondo como él me decía, para tranquilizarme.-Un hijo de Eliot… ¡no puede ser!-Lo miré asustada.- ¿Lo sabe alguien más?
-Solo Edward.-Me acarició el vientre para tranquilizarme.-A él no se lo he podido ocultar.
-Pero Carlisle, esto nos amargará la vida.-Las lagrimas seguían cayendo a borbotones, sin cesar.-Quiero decir… no el niño.-Me acaricié el vientre tiernamente.-Siempre he querido ser madre… pero no en estos momentos. -Sorbí por la nariz.-Eliot no es mi imprimación. ¡Esto complicará las cosas!
-Tranquilízate, Leah.-Edward entró en la habitación con su paso vacilante, mientras se sacaba las manos de los bolsillos.
-Como quieres que me tranquilice…-Tenia un nudo en el pecho que me impedía respirar con facilidad.-Eliot y yo… ya no estamos juntos.-Tragué saliva.-No quiero atarle a un hijo en común conmigo… seria más sufrimiento para él.
-Leah, ahora no debes preocuparte por el niño.-Carlisle me habló con precaución.-Debes preocupare por tu salud.
-¿Qué?-No me lo podían creer… aun más preocupaciones y complicaciones.
-El embarazo… ha complicado tu estado de salud.-Respondió Edward.
-Que me pasa.-Me acaricié el vientre, intentando tranquilizarme a mí misma.
-Los mareos y las nauseas… son normales, pero perder el conocimiento… no.-Dijo Edward de nuevo.
-Entonces, ¿Qué me pasa?-Los miré a ambos.
-No es nada que no se pueda controlar con reposo y tranquilidad.-Sonrió Carlisle.-De lo contrario… si te dieran una noticia o pasara algo muy grave, tu corazón no lo resistiría. Estás demasiado débil.
No me podía creer todo lo que estaba pasándome…
Siempre había deseado ser madre, pero que el padre fuera Eliot, complicaba las cosas, además… yo era demasiado débil. Mi organismo tal vez no soportara un embarazo. La opción de abortar, no era mala idea… pero era mi hijo…
-Ya no puedes abortar, Leah.-Respondió a mis pensamientos Edward.-Estás de casi cuatro meses…
-¿Qué? Pero si solo he estado inconsciente un mes…-Susurré.
-Reneesme ha suavizado las cosas. No quería asustarte…-Dijo Carlisle.
-Entonces, ¿Cuánto tiempo he estado postrada en esta cama?
-Tres meses. Cuando perdiste el conocimiento te diste un fuerte golpe en la cabeza y…
Me tapé la cara con ambas manos, intentando digerir todos los datos, fechas y sucesos que me estaban contando.
-Será mejor que descanses ahora.-Dijo Edward sonriendo levemente para hacer más llevadera la noticia.
Asentí lentamente con un gesto de cabeza, mientras observaba como ambos salían de la habitación para dejarme a solas con mis preocupaciones.
Me estiré hundiéndome entre las sabanas, mientras me acariciaba la tripa, ya bastante evolucionada y me cubría el cuerpo con el espeso edredón que me habían prestado para que no pasara frio con mis cambios de temperatura.
Las lagrimas habían cesado, pero mis ojos seguían húmedos y las mejillas pegajosas por las lagrimas secas.
Todo esto era demasiado para mi débil corazón, y dudaba mucho que llegara a sobrevivir… Tal vez, y solo tal vez podría sobrevivir al embarazo y las malas noticias, pero el parto… ¿y si mi corazón decidía detenerse o me fallaba tras dar a luz? No podría conocer a mí bebe… a mi pequeño.
Debía hacer algo para que todo esto resultara menos grave y más llevadero, pero… ¿el qué?
No podía decirle a Eliot que estaba esperando un hijo suyo… y menos debía permitir que Tyler se enterara de eso.
Pero, mi vientre cada vez era más grande y se notaba más… hasta ahora, el estar sobre esta cama y tan tapada, no había hecho sospechar a nadie, ¿pero qué pasaría cuando tuviera más vientre aun? ¿Y cuando el bebe naciera? ¿Qué diría?
Todo esto era… tan complicado.
-¡Dejarme pasar! Quiero ver a Leah.-La voz de Eliot tras la puerta del porche izo que diera un respingo.
¡No podía entrar! Si entraba… estaba perdida.
Vería en mis ojos el pasado de hace apenas media hora, de cuando me dieron la noticia de mi embarazo… si no lo veía antes en los ojos de Edward o Carlisle.
¿Por qué tenía que venir ahora? ¿No podía haber venido a visitarme mientras estaba inconsciente?
-No puedes entrar.-Dijo Alice.- ¡Está enferma! Tiene que descansar Eliot, no la atosigues.
-Me da igual.-Gritó.-Quiero ver a Leah. Ya.
-Eliot, o te vas o te echaremos a la fuerza.-O no… Edward había ido. ¿Y si veía lo ocurrido?
No sabía qué hacer, cada vez estaba más y más nerviosa…
No podía permitir que Eliot se enterara de esto. Al menos no ahora…
Debía encontrar una solución cuanto antes, pero mi mente estaba bloqueada por el nerviosismo que me proporcionaban los gritos de Eliot y Edward, y no me permitía pensar con claridad.
-¡No me pienso ir hasta que no la vea!-Los gritos cada vez se acercaban más… ¿Qué podía hacer? Estaba subiendo las escaleras…
No me quedaba otra opción disponible. Tenía que hacer lo que se me acababa de pasar por la cabeza, por muy loco que fuera el plan… así mataría dos pájaros de un tiro. Tyler no tendría que matar a mi familia por salvarme a mí. Así Eliot no tendría problemas y no tendría por qué tener la carga de cuidar un niño…
Me marcharía lejos. Muy lejos.
diumenge, 20 de setembre del 2009
Preguntas y respuestas
2:05 Publicado por perfect__taylorEtiquetas: capitulo28
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
0 comentarios:
Publica un comentari a l'entrada